¿Es obligatorio un protocolo de acoso laboral y sexual en mi empresa?

¿Es obligatorio un protocolo de acoso laboral y sexual en mi empresa?

El acoso laboral y sexual es un problema que está presente a nivel mundial. Tanto hombres como mujeres pueden verse afectados por ellos. De hecho, la misma empresa podría contraer problemas por este tipo de situaciones, ya que muchas veces suele convertirse en un delito perseguido por la ley. Es debido a eso que contar con un protocolo de acoso laboral y sexual es de suma importancia en todas las empresas.

Tanto así, que se trata de un elemento obligatorio para todas las compañías, independientemente del tamaño de la estructura o el número de empleados. Si tu empresa ya tiene algo de tiempo de haberse establecido, pero no cuenta con un protocolo de acoso laboral y sexual, es momento de implementarlo. A continuación, te explicamos su importancia y las consecuencias de no tener uno.

¿En qué consiste exactamente un protocolo de acoso laboral y sexual?

Se trata de una serie de políticas y normativas pensadas para crear un entorno laboral libre de acoso, tanto de índole sexual como discriminativo, degradante y ofensivo. Este suele reflejar medidas que ayuden a prevenirlo; además de una serie de procedimientos y acciones que se llevan a cabo en caso de que este evento se presente dentro de la empresa.

El protocolo de acoso laboral y sexual se crea designando primero una comisión o persona instructora. La misma debe contar con al menos tres personas y un suplente y se implementa en empresas con un plan de igualdad. Luego, se desarrolla la normativa y las medidas preventivas.

El tercer paso consiste en establecer un sistema interno que permita a las víctimas designar cualquier tipo de protocolo de acoso laboral y sexual; de manera confidencial, rápida y accesible. Esto permitirá dar a conocer la situación en caso de que se presente.

El último paso para terminar de establecer el protocolo de acoso laboral y sexual consiste en comunicarlo a todos los empleados. Se puede hacer a través de la página web, la intranet de la empresa, tablones de anuncios, correos electrónicos y comunicados físicos dirigidos directamente a cada empleado.

¿Por qué es importante este protocolo?

Como ya hemos mencionado, tanto el acoso sexual como laboral es un gran problema a nivel mundial. Este puede tener grandes consecuencias tanto en la víctima, como en la empresa y el perpetrador del acoso. En el caso de la víctima, esta podría desarrollar traumas, problemas para socializar y muchos problemas en su entorno social, laboral y familiar.

Este tipo de situaciones también pueden afectar la imagen de una empresa si el acontecimiento se hace público. Asimismo, el acosador tendrá problemas para buscar otro empleo e incluso podría ser interceptado por la ley, de ser necesario. Se tratan de muchos problemas que se deben evitar, sobre todo por el bienestar de las personas involucradas. Es por ello que contar con un protocolo de acoso laboral y sexual es crucial.

¿Cuáles son las consecuencias de no tener uno?

Como ya hemos mencionado, el acoso laboral y sexual a veces puede llegar a situaciones en las que se puede convertir en un delito perseguido por la justicia. Es por ello que, si una empresa no cuando con un protocolo para evitar e interceptar estas situaciones; podría enfrentar sanciones por parte de la autoridad laboral. De hecho, incluso podría ser denunciada ante los tribunales.

En la mayoría de los casos, la sanción impuesta en caso de no tener un protocolo de acoso laboral y sexual dependerá en gran medida de la gravedad de la infracción. La sanción más baja es de 7.501 a 30.000 euros en caso de infracciones leves; pero podría llegar hasta incluso 225.018 euros para infracciones muy graves.

En la actualidad, implementar un protocolo de acoso laboral y sexual no es muy difícil. Existe un manual de referencia creado por el Ministerio de la Igualdad; además de que se pueden acceder a la asesoría de diferentes organizaciones para establecer un protocolo seguro, eficiente y que pueda pasar por todas las regulaciones y requerimientos de la Ley.

Además, también existen muchas opciones para poder implementar el protocolo de acoso laboral y sexual sin necesidad de mucho ajetreo o problema. Se puede integrar en el plan de igualdad de la empresa; o incluso se puede implementar como parte de la normativa interna y del código de conducta. Asimismo, también suele formar parte de la negociación colectiva y figuran dentro del convenio colectivo de una empresa.

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